Ser líder es ir “más allá”: además de resultados de la gestión, su mirada está puesta en generar las condiciones para que las personas del equipo alcancen su máximo potencial, asegurar resultados y crear un entorno de seguridad psicológica, la red que hace que las personas se entusiasmen, motiven y desplieguen mejor lo que saben hacer.
Si estás en posición de jefatura y quisieras caminar por el trampolín hacia el liderazgo, estos cinco primeros pasos pueden ser útiles:
Clave 1: Valora a tu equipo
Para ser buenos líderes es fundamental valorar y apreciar a tu equipo. La invitación es empezar a ver a los miembros de la empresa como “colaboradores” en lugar de “empleados”, creando una dinámica sistemática de desempeño colaborativo. Es importante que sean reconocidos como personas únicas con cualidades y habilidades individuales; Para lograrlo, puedes valorar sus fortalezas y fomentar su crecimiento personal y profesional dentro de la empresa. También deberás involucrarte en el bienestar del equipo, creando ambientes de trabajo positivos y retadores.
Clave 2: Guía a tu equipo, no los controles
A diferencia del modelo de jefe, las personas líderes no buscan controlar todas las acciones de su equipo. Trabaja brindando dirección y apoyo, permitiendo que cada miembro piense por sí mismo y tome decisiones informadas y conscientes, basadas en datos y su experiencia, y en línea con el objetivo estratégico de la empresa y de su rol. De esta manera, fomentarás su autonomía y la creatividad, y darás espacio para que desplieguen sus fortalezas individuales.
Clave 3: Adáptate a las necesidades de la empresa y del equipo
Estar al tanto del contexto dinámico te permitirá ser flexible y adaptarte a las necesidades de la empresa y del equipo. El entrenamiento en habilidades blandas y “power skills” (de empoderamiento) te ayudará a comunicar, liderar y acompañar al equipo en forma más flexible y efectiva.
Clave 4: Aprende a delegar
El liderazgo será mejor logrado con un equipo de respaldo. Por esto, aprender a delegar tareas y responsabilidades -son dos cosas distintas- es clave para desarrollar la confianza y autonomía del equipo. Es sumamente importante dar instrucciones claras y establecer expectativas precisas sobre los objetivos a alcanzar. Además, realiza un seguimiento regular del trabajo, y brinda retroalimentación constructiva.
Clave 5: Celebra los logros y asume la responsabilidad
Finalmente, quien es líder, reconoce y celebra los logros de su equipo. En lugar de atribuirse todo el mérito, comparte los éxitos, y esto crea un sentido de pertenencia y motivación que solidifica aún más la confianza y la colaboración.
FUENTE:
www.forbesargentina.com