Cada vez son más los y las trabajadoras que tienen más exigencias respecto de su profesión. La posibilidad de pasar más tiempo fuera de la oficina, recientemente se ha convertido en un requerimiento clave.

Hoy en día, la flexibilidad laboral ha tomado un rol muy importante dentro de las empresas, debido a que, influye directamente en el bienestar de los trabajadores. Este concepto está precisamente enfocado en concederles ciertos beneficios en pro de su tranquilidad y mejora en su productividad laboral.

La flexibilidad laboral es aquella libertad que los profesionales tienen para elegir el momento, la ubicación y la manera en la que trabajan. Está regida bajo un acuerdo entre los colaboradores y la empresa con el fin de que el empleado disponga del tiempo necesario para realizar sus actividades extralaborales.

También conocido como trabajo flexible, este concepto implica que al gestionar una plantilla se prioricen tanto las habilidades y competencias de los trabajadores, en cuanto desempeño laboral, como otros aspectos. Por lo tanto, se pone en primer plano a las personas, manteniendo una preocupación y acción proactiva por su bienestar.

¿Qué ventajas tiene la flexibilidad laboral?

El trabajo flexible trae consigo una serie de beneficios que facilitan el día a día de nuestros trabajadores y proyecto.

Reduce costos: La flexibilidad laboral nos va a permitir un ahorro económico para ambas partes, tanto para empleados como para las empresas. Por parte de los empleados se verán beneficiados con reducción de gastos de transportes y, por su lado, las empresas evitarán costes que implican creación de nuevas infraestructuras, mantenimiento de oficinas, entre otras.

Reduce la tasa de rotación: Se sabe que a mayor flexibilidad, mayores serán las posibilidades de atraer y conservar el talento. Este es un factor fundamental y determinante al momento de garantizar el crecimiento sostenido de las empresas, siendo la principal razón que haga que una persona vuelque sus preferencias en favor de quedarse o permanecer en su puesto de trabajo.

Menos estrés: En una jornada flexible no existirán las presiones horarias, de largas “horas silla” que cumplir sin motivo aparente y de otras costumbres de antaño. Sin obligaciones vinculadas con la presencialidad, los profesionales ven una mejoría significativa en su vida laboral, lo que se traduce en un mejor clima y mayor motivación para cumplir con sus obligaciones.

Mejora la productividad: Trabajadores que quieren quedarse en nuestra empresa y que, además, trabajan no solo por necesidad sino por gusto, dan como resultado una ecuación en la cual la eficiencia y la eficacia, reinan. La productividad no solo se trata de trabajar bien, sino de hacer más en menos tiempo y esa es una de las ventajas que ofrece la flexibilidad laboral.