Apostar por el bienestar de los empleados a través del cuidado de su salud mental y del acompañamiento en situaciones personales mediante el diseño de entornos laborales saludables está siendo la gran apuesta de aquéllas compañías con un visión humanista más allá de la productividad.
El propósito de las compañías que valoran este concepto es, ante todo, el de poder consolidar un vínculo de ayuda, contención y soporte, basándose en aspectos trascendentales como el bienestar emocional de las personas. Por eso, si no se invierte en el bienestar del grupo humano que desarrolla las tareas "las compañías básicamente se condenan a un modelo anacrónico, donde el empleado no genera empatía por su empleo y solo perciben a este bajo una concepción de necesidad por un pago mensual, sin garantías de resultados o lo que es más importante aún sin motivación a un valor agregado", explica María José Castro, Human Resources Generalist de Dahua Argentina. Esta inversión "resulta no ser un gasto, es realmente una necesidad", dice.
El psicólogo clínico Patricio Navarro Pizzurno dice estar "convencido de que los RRHH deben tener el rol de ser agentes de salud". El director de Gente y Cultura de iFlow cuenta que el departamento que lidera en su empresa lleva justamente ese nombre porque "los humanos no son recursos solamente y por eso hablar de gente y cultura incluye, además de cuestiones administrativas, de seguridad e higiene, de capacitación y de selección de personal, un equipo de colaboradores abocados a la tarea de garantizar el bienestar personal de los trabajadores y de acompañarlos de manera personalizada en cuestiones trascendentes o en situaciones complejas personales que estén atravesando". El departamento de Gente y Cultura "es un recurso humano 2.0 porque apuesta al bienestar de la gente y promueve la salud".
Las empresas que han comenzado a atender cuestiones relacionadas con la salud emocional de las personas, sobre todo en estos últimos 18 meses dónde las patologías más comunes son cuadros de ansiedad, depresión y estrés, entienden que no sólo la seguridad financiera de sus trabajadores es importante sino también la física y la emocional. Hoy en día existen varios estudios e indicadores con los cuales cuantificar la correlación que hay entre la salud, el bienestar y la productividad porque "no invertir en el bienestar del equipo genera altos costos no monetarios pero sí relacionados con la rotación, el ausentismo, el desempeño y resultados pobres, además de un impacto muy nocivo en la cultura organizacional", cuenta Clara Franco, People Director de Mudafy.
ESTRATEGIAS DE ACOMPAÑAMIENTO PERSONALIZADO
Patricio Pizzurno cuenta que en iFlow, por ejemplo, realizan acompañamientos de 1 a 1. "Eso lo hacemos primero, a través de integrantes del equipo que tienen ojo clínico y que detectan que hay alguien que puede estar teniendo algún inconveniente o problema". En ese sentido, tanto los mandos medios como los líderes "están atentos a esto y se gestiona desde la empresa, la solución para nuestro colaborador que puede tener que ver con conseguir un medicamento, con acceder a un turno médico especializado, con la resolución de cuestiones burocráticas de la vida personal, con la pérdida de un ser querido o con problemas familiares con los hijos". Las acciones, en este caso, las lleva adelante un grupo de élite que formó especialmente la compañía con un médico psiquiatra, un psicólogo y un médico clínico. La compañía tiene, además, una política de puertas abiertas a través de la cual sus 300 empleados pueden acceder al dueño y al director general y dónde los directores pivotean en un gran espacio de coworking en la misma sala que los mandos medios y que los analistas.
Invertir tiempo en conocer a las personas, sus necesidades y motivaciones también tiene que ver con ocuparse de la salud emocional de los colaboradores y para eso es propicio generar espacios de escucha, que las empresas estén abiertas al feedback, a proponer y a co-crear junto a sus colaboradores incluso más allá de programas formales y de actividades relacionadas pura y exclusivamente con la actividad que desarrollan.
La empresa Mudafy, por ejemplo, cuenta con programas de coaching para directivos y programas de liderazgo; con cápsulas de formación que incluyen temáticas y herramientas para gestionar mejor el tiempo, las relaciones y las emociones; un espacio para la concientización donde se brindan tips de bienestar y espacios de escucha, de gestión de 1-1s, de encuestas de clima, focus groups, eventos de team building y de integración. "Nuestra meta como compañía es que al ver pasar a alguien por el edificio central o por alguna de las plazas de maniobras podamos saber quién es, cómo está compuesta su familia y saber que recursos tiene", detalla Pizzurno. En iFlow, dice, "nos gusta que haya una identificación personal, no un número de legajo". Para ello, despliegan una serie de encuentros semanales y mensuales en espacios distintos a los laborales, en entornos naturales, con actividades de recreación, gastronomía, y charlas distendidas especialmente diseñadas para este intercambio.
Las compañías, van de a poco rompiendo los paradigmas viejos para crear nuevos modelos de empresas, más empáticos y que prioricen a sus empleados,, Desde Dahua "creamos vínculos no solo con empleado sino con su entorno, nos hacemos parte de sus momentos más humanos, de los más emotivos, como sus cumpleaños, nacimientos de hijos, e incluso buscamos acompañarlos en aquellos que no suelen ser tan alentadores", dice . No solo debemos estar en las buenas, la verdadera solidaridad surge en los momentos más difíciles", dice Maria Jose Castro.
UNA MIRADA MÁS HUMANIZADA DE LOS TRABAJADORES
La capacidad de relacionamiento tiene que darse "en todos los estratos", afirma Patrico Pizzurno. Hoy hay "una demanda hacia nuestros líderes de poder tener capacidades blandas con una mirada humanizada hacia sus colaboradores, de escucharlos, de trabajar en equipo, de darles el espacio para que puedan contarnos sus preocupaciones", señala. El ejecutivo agrega que iFlow quiere mantener la magia fundacional de la empresa: "un vínculo de cercanía y confianza que se traduce en cuidar a tus colaboradores. Cuando eso sucede, tenés una fidelización, un espalda con espalda con la organización que va más allá de un contrato laboral, es garantizar que el espacio de trabajo, separado del espacio familiar puede ser también un entorno de bienestar".
FUENTE:
www.cronista.com