Los programas de bienestar corporativo se enfocan en los esfuerzos que las organizaciones pueden adoptar para mejorar la salud y el bienestar de sus empleados.
El concepto de salud incluye el bienestar físico, mental y social y está vinculado a una variedad de factores individuales y ambientales: circunstancias familiares, nivel socioeconómico, redes sociales, tipos de organizaciones de empleo y comunidades más amplias, y políticas y regulaciones gubernamentales.
La inversión en un programa de bienestar corporativo bien diseñado y administrado beneficia tanto a los empleadores como a los empleados al aumentar las tasas de retención y la productividad.
Existen cuatro principios de liderazgo que hacen que un programa de bienestar corporativo sea exitoso: definir la salud de una manera que incluya el bienestar del trabajador, crear un entorno de trabajo de apoyo, ofrecer educación sobre la salud centrada en la prevención y proporcionar recompensas para los empleados saludables.
El primer principio promueve una definición de salud que incluye el bienestar de los empleados. Para que los empleados estén plenamente comprometidos con el trabajo, deben estar físicamente sanos, suficientemente recompensados, satisfechos con el equilibrio entre el trabajo y la vida personal y libres de exigencias laborales indebidas y factores estresantes. En esencia, el bienestar incluye una buena salud física y mental, fuertes relaciones interpersonales, estabilidad financiera y una vida significativa con experiencias positivas en el trabajo.
El segundo principio de liderazgo aboga por la creación de entornos laborales que apoyen la participación de los empleados en comportamientos saludables. Un lugar de trabajo saludable es aquel que integra la promoción del bienestar del trabajador con los objetivos empresariales de rentabilidad y productividad. Esta integración requiere un liderazgo y un compromiso continuos, incluida la enseñanza de los altos ejecutivos para vincular la buena salud y el éxito empresarial.
El tercer principio de liderazgo enfatiza la importancia de la educación para la salud centrada en la prevención. La educación para la salud tiene como objetivo mejorar la educación de los empleados en áreas como reducir el estrés, abordar diversas condiciones de salud (presión arterial alta, diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc.), mejorar las habilidades de diversidad y conducción segura, y lidiar con el acoso laboral.
El cuarto principio de liderazgo refleja la idea de que se deben recompensar los comportamientos saludables de los empleados, incluso mediante incentivos financieros.
FUENTE:
www.bls.gov