La figura del cazatalentos tradicional ha tenido que adaptarse a este nuevo escenario, surgiendo así el nethunter. Este nuevo término proviene de la fusión de dos conceptos muy conocidos en el ámbito empresarial: network (trabajo en red) y headhunting (cazatalentos). Es decir, consiste en la búsqueda de talento a través de las redes sociales y la huella digital. Dicho de otra manera, el nethunting es una nueva forma de reclutamiento, a partir del buceo en redes, para conectar con candidatos que disponen de cualidades muy específicas dentro de un sector.
En un entorno de escasez de talento es muy importante que las empresas articulen estrategias de nethunting efectivas para conseguir cubrir aquellas vacantes para las que, a priori, no encuentran candidatos preparados para asumir las responsabilidades del puesto. Una de las estrategias más empleadas por las empresas es el employer branding con el objetivo de convertirse en una marca empleadora atractiva para el candidato y ser una compañía donde los candidatos querrían trabajar.
El auge de estos nuevos cazatalentos también surge como resultado del aumento del uso de Internet en la búsqueda de empleo o como medio para dar a conocer las cualidades profesionales. Gestionar y saber adaptarse a la denominada revolución 4.0 es algo fundamental para las empresas, por ello surgen nuevas formas de digitalizar nuestra carta de presentación, como el uso del Currículum 2.0, algo que los nethunters tienen muy en cuenta.
¿Qué hace un nethunter?
Muchos creen que las funciones del nethunter se reducen a localizar en redes sociales el perfil que más encaje con la vacante disponible. A pesar de que existen plataformas que favorecen y hacen que esta tarea sea mucho más sencilla, las estrategias llevadas a cabo por estos profesionales van más allá y son mucho más complejas
- Seguimiento de la huella digital de los candidatos: esta es una de las habilidades más importantes de un nethunter. Dicho de otra manera, el nethunter ha de indagar en las redes sociales e Internet para, además de encontrar una vía de contacto, descubrir qué tipo de intereses le resultan atractivos.
- Participar y crear conversaciones activas en la red: para localizar el talento más apropiado conviene estar en contacto constante, mantener la sintonía en los temas de conversación, acudir a eventos o llevar a cabo un seguimiento digital. Esto puede ser muy útil para conseguir una mayor visibilidad y lograr los objetivos.
- Reforzar el employer branding: esto es algo esencial en un nethunter. El talento, en muchas ocasiones, podría encontrarse en empresas de la competencia, por lo que es fundamental mostrar todas las ventajas de la empresa, llevando a cabo acciones que potencien la marca personal o que hagan visible su cultura corporativa.
- Analizar la reputación online e ir más allá del CV: este análisis es importante para ofrecer un buen proceso de onboarding. Hay que tener en cuenta que no es suficiente con encontrar al mejor candidato, sino que este ha de poder adaptarse e integrarse en el equipo de trabajo adecuadamente.
FUENTE:
www.randstad.esr