Ver y entender el cuerpo de forma diferente. De eso se trata tal vez esta cuestión. Adoptar un estilo de vida más sano para vivir mejor es una de las premisas que implosionaron con la pandemia. En este contexto, aparece la Neutralidad corporal, una filosofía que vida que avanza dentro una máxima muy en boga por estos tiempos: ser conscientes del tiempo presente. Y de nuestro cuerpo, claro.
Muchos piensan que para estar bien hay que seguir todas las rutinas de ejercicio, dietas y hábitos saludables que hay. Pero son nuestras elecciones las que nos hacen movernos en ese espectro. La talla o el peso son solo indicadores. Según explicó Elizabeth Pegg Frates, de Harvard, empezar a ver qué hace nuestro cuerpo por nosotros y qué podemos hacer nosotros por él.
Para esto es indicado encontrar la satisfacción con nuestro cuerpo a partir de la consciencia plena de sus funciones. Esto es: desde la fortaleza de nuestros músculos, de nuestros huesos, la protección que nos da nuestra piel, la dopamina que libera nuestro cerebro… cada parte de nosotros tiene una función más allá del aspecto físico.
Por eso, no solo hacer ejercicio hace bien. Sino que compartir el tiempo con los que hacemos ese ejercicio, tomar ese tiempo para nosotros, ser conscientes de él, suma más beneficios aún. En este contexto, el mindfulness es ideal para nuestro cuerpo. Ayuda a que pueda realizar sus funciones.
Tomar decisiones que apoyen cada función y que nos hagan más felices.
La capacidad de nuestro cuerpo de transportarnos, cómo nuestro cerebro reacciona a los abrazos, cómo nos movemos al escuchar música… con todo lo que hace por nosotros, es justo hacer algo por él ¿no?
Positividad corporal versus neutralidad corporal
La positividad corporal es un movimiento que invita a las personas a apreciar el tamaño y la forma del cuerpo que tienen ahora sin preocuparse por los estándares corporales poco realistas. Con la positividad corporal, se desafían los estándares poco saludables de la sociedad para las formas y tamaños del cuerpo. También es importante recordar que las normas culturales y lo que se considera un cuerpo ideal cambian con el tiempo.
El objetivo de la positividad corporal es honrar y apreciar todos los tipos de cuerpo, especialmente el tuyo. Sentirse seguro de cómo se ve se siente bien y puede ser fortalecedor.
Con la neutralidad corporal, la atención se centra en la función de su cuerpo: encontrar la felicidad y la realización, apreciar el poder de nuestros músculos, la fuerza de nuestros huesos, la protección que ofrece nuestra piel y las recompensas del sistema de dopamina en nuestro cerebro. Conectarse con amigos y familiares, alcanzar metas pequeñas y significativas y disfrutar de la actividad física son formas saludables de acercarse a su cuerpo. Un enfoque en encontrar placer en el viaje de bienestar le servirá a su cuerpo, en cualquier tamaño, y a su cerebro.
Algunas claves para recordar todo lo que el cuerpo puede hacer por nosotros:
- Transportarnos de un lugar a otro (rápido o lento).
- Liberar neuroquímicos que te dan placer, como abrazar a un ser querido.
- Mueve tus brazos y/o piernas con alegría siguiendo el ritmo y compás de la música.
- Respira hondo para calmar tu mente.
- Realiza estiramientos que liberan endorfinas.
- Practique yoga, tai chi o qigong, que pueden ayudar a calmar el cuerpo y la mente.
FUENTE:
www.infobae.com